El Romanticismo es un movimiento artístico y cultural, además de un modo de vida, que surgió en Alemania a finales del s. XVIII (prerromanticismo), de la mano de autores como Schiller y Goethe, y se extendió por Europa durante la primera mitad del XIX. La literatura es la disciplina que mejor refleja este movimiento.Las características más importantes son:· Primacía de la imaginación y los sentimientos sobre la racionalidad (sentimientos frente a razón, es un movimiento que se opone a la Ilustración)· Los temas son el amor, la melancolía y la fatalidad del destino.· Los personajes son solitarios e introvertidos.· Nostalgia por tiempos pasados (evasión)· Elogio e importancia de la naturaleza, la cual suele estar acorde con el estado de ánimo del escritor o el personaje.· Rechazo de todo tipo de imposición formal, ruptura con las reglas clásicas de los géneros literarios.Goethe es un autor prerromántico que destaca, sobre todo, por la libertad de pensamiento, la pasión y la novedad de los temas. Su novela Werther fue la primera novela epistolar representativa de la literatura alemana moderna y se convirtió en modelo de muchísimas narraciones. Tuvo tal éxito que generaciones posteriores tomaron como modelo a su protagonista y vieron en el suicidio la salida a sus desengaños amorosos.
- Clases de romanticismo:
Romanticismo conservador: pretende restaurar los valores tradicionales, patrióticos y religiosos. (Schegel, Scout, Chateaubriand y Zorrilla y el duque de Rivas).
Romanticismo liberal: encarna los valores más progresistas y revolucionarios del momento. (Lord Byron, Víctor Hugo y Dumas, y Larra y Espronceda).
En cierto modo, el romanticismo representa un ejemplo más de la dinámica pendular de muchos movimientos culturales y del arte occidental; ya que contrapone al cuidadoso formalismo y al intelectualismo racionalista del barroco, el predominio de las emociones y de los sentimientos; al mismo tiempo que postula un alto grado de libertad formal. Todo lo cual, indudablemente, opera en el sentido de que - sobre todo en el campo de la literatura - las creaciones artísticas resulten ser accesibles a un público promedio que está a medio camino entre el refinamiento cultural de unos pocos y la casi total ignorancia de la gran masa de la población, que era la situación prevaleciente en la época previa.
Como surge de sus antecedentes, uno de los ingredientes del romanticismo fue precisamente el objetivo de acercarse a las expresiones populares, recogiendo de alguna forma la tradición del romancero medieval y de las canciones contemporáneas; y la aproximación a la naturaleza.
De esta manera, el estilo característico de la literatura romántica en general, es la invocación de los sentimientos, especialmente aquellos de índole más individual y subjetiva como en particular el sentimiento amoroso; y un recurso a la imaginación creadora en el orden formal - particularmente en la poesía - apuntanto a la liberación de las formas estrictas (como la del soneto, por ejemplo). En el teatro, fueron abandonadas las tres unidades clásicas de tiempo, de espacio y de acción.
De esta manera, el estilo característico de la literatura romántica en general, es la invocación de los sentimientos, especialmente aquellos de índole más individual y subjetiva como en particular el sentimiento amoroso; y un recurso a la imaginación creadora en el orden formal - particularmente en la poesía - apuntanto a la liberación de las formas estrictas (como la del soneto, por ejemplo). En el teatro, fueron abandonadas las tres unidades clásicas de tiempo, de espacio y de acción.
Otro elemento característico de la literatura romántica, es la desaparición del personaje heroico, pasando a ocupar el lugar protagónico un tipo de individualidad más cercana a lo que Rousseau llamara el “hombre corriente”.
Los componentes que están implícitos en la literatura romántica, son principalmente el predominio - y frecuentemente el triunfo - del sentimiento sobre la razón, de la emoción sobre la lógica, de la intuición sobre la certidumbre de la ciencia.
En cuanto a su temática, deben señalarse los orígenes filosóficos del romanticismo literario, fuertemente influídos por el pensamiento previo y contemporáneo de la Revolución Francesa, como las ideas de los enciclopedistas y de Juan Jacobo Rousseau; que hacían confluir posiciones políticas y de desenvolvimiento individual, al sustentar la liberación frente al despotismo como frente a los convencionalismos sociales.
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