No se conoce lo suficiente sobre los posibles efectos en la salud de la tecnología WiFi, esa es la advertencia del presidente de la Agencia de Protección Sanitaria de Gran Bretaña.
Según William Stewart, quien dirigió la investigación del gobierno británico sobre los efectos a la salud de los teléfonos móviles, debemos tener la misma actitud precautoria que adoptamos ante estos últimos.
La tecnología WiFi, del inglés Wireless Fidelity o fidelidad inalámbrica, ofrece la posibilidad de conexiones rápidas a través de señales de radio, y no requiere cables o enchufes.
Gran Bretaña, igual que muchos otros países del mundo, ha adoptado esta tecnología y cada vez más escuelas, universidades, y hogares se han unido a la revolución inalámbrica. Sin embargo, los expertos afirman que los efectos a largo plazo de la tecnología no han sido suficientemente investigados.
En particular se mencionan los posibles riesgos a la salud de los niños que asisten a escuelas con redes inalámbricas.
Radiación La radiofrecuencia de los teléfonos móviles, las torres de telefonía móvil y las redes WiFi emiten radiación.
Una investigación del programa de la BBC "Panorama" encontró que los niveles de radiación en un salón de clases de una escuela en Inglaterra eran tres veces más altos que los niveles de radiación emitidos por una torre de telefonía celular.
Los expertos afirman, sin embargo, que incluso estos niveles en ese salón están por debajo de los límites que se consideran seguros en este país. El debate sobre los efectos de la tecnología inalámbrica no es nuevo.
Siempre se ha dicho que no se debe permitir que la radiación de una torre de telefonía móvil llegue al los patios de las escuelas. Y ahora, mientras no se demuestre lo contrario, los expertos afirman que debemos tomar con precaución las posibles consecuencias de la radiación de la tecnología inalámbrica.
El problema es que quizás ya es un poco tarde, porque muchas escuelas alrededor del mundo se han unido a la revolución inalámbrica.
En Gran Bretaña, casi 50% de las escuelas primarias y 70% de las secundarias tienen tecnología WiFi. Además, muchos niños que ya están rodeados de estas emisiones en la escuela, regresarán a casa donde quizás también habrá radiación WiFi.
Sobre la mesa Lo que se sabe hasta ahora es que la exposición de las emisiones WiFi a menudo es muy pequeña, ya que los transmisores son de baja potencia y se colocan a cierta distancia del cuerpo. También pueden estar más cerca, por ejemplo, cuando nos colocamos nuestra laptop en las piernas. Por eso, dicen los expertos, es mejor alentar a los niños que usen su computadora en una mesa si van a estar conectados a internet durante mucho tiempo.
Algunos países, sin embargo, ya han adoptado medidas precautorias más estrictas.
Los estudiantes de la Universidad Lakehead, en Ontario, Canadá, tienen prohibido conectarse a internet en varias zonas del campus universitario donde se ha eliminado el uso de tecnología WiFi.
Según el rector de la misma, "la radiación de microondas en el rango de frecuencia de WiFi causa cambios de conducta, altera las funciones cognitivas, activa la respuesta de estrés e interfiere con las ondas cerebrales".
Las autoridades universitarias afirman que no se usarán redes inalámbricas hasta que se demuestre que estas ondas no son dañinas para la salud.
Precaución Hasta ahora, sin embargo, no se ha logrado demostrar que la WiFi sea perjudicial.
Según el profesor Henry Lai, de la Universidad Estatal de Washington, quien ha estudiado los posibles efectos a la salud de las redes WiFi, afirma que las investigaciones hasta ahora no han sido concluyentes.
"Debe haber por lo menos unos tres mil estudios llevados a cabo durante los pasados 20 años sobre estos efectos", afirma el experto.
"Y hasta ahora, el 50% de estos encontró algún efecto perjudicial, y el 50% no encontró ningún efecto en absoluto", agrega. El gobierno británico afirma que mientras las emisiones de radiación estén por debajo de los límites que se consideran seguros, no existen riesgos a la salud. Pero, tal como preguntamos al profesor Lai, ¿permitirá que sus hijos se sienten frente a una computadora inalámbrica durante todos sus años escolares?
"No lo creo -afirma- yo limitaría su exposición a este tipo de radiación, porque más vale ser precavidos".