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miércoles, 25 de julio de 2012
domingo, 13 de marzo de 2011
Biografia y Vida de Gabriel García Márquez
Los abuelos eran dos personajes bien particulares y marcaron el periplo literario del futuro Nobel: el coronel Nicolás Márquez, veterano de la guerra de los Mil Días, le contaba al pequeño Gabriel infinidad de historias de su juventud y de las guerras civiles del siglo XIX, lo llevaba al circo y al cine, y fue su cordón umbilical con la historia y con la realidad. Doña Tranquilina Iguarán, su cegatona abuela, se la pasaba siempre contando fábulas y leyendas familiares, mientras organizaba la vida de los miembros de la casa de acuerdo con los mensajes que recibía en sueños: ella fue la fuente de la visión mágica, supersticiosa y sobrenatural de la realidad. Entre sus tías la que más lo marcó fue Francisca, quien tejió su propio sudario para dar fin a su vida.
Gabriel García Márquez aprendió a escribir a los cinco años, en el colegio Montessori de Aracataca, con la joven y bella profesora Rosa Elena Fergusson, de quien se enamoró: fue la primera mujer que lo perturbó. Cada vez que se le acercaba, le daban ganas de besarla: le inculcó el gusto de ir a la escuela, sólo por verla, además de la puntualidad y de escribir una cuartilla sin borrador.
En los años de estudiante en Zipaquirá, Gabriel García Márquez se dedicaba a pintar gatos, burros y rosas, y a hacer caricaturas del rector y demás compañeros de curso. En 1945 escribió unos sonetos y poemas octosílabos inspirados en una novia que tenía: son uno de los pocos intentos del escritor por versificar. En 1946 terminó sus estudios secundarios con magníficas calificaciones.
En 1947, presionado por sus padres, se trasladó a Bogotá a estudiar derecho en la Universidad Nacional, donde tuvo como profesor a Alfonso López Michelsen y donde se hizo amigo de Camilo Torres Restrepo. La capital del país fue para García Márquez la ciudad del mundo (y las conoce casi todas) que más lo impresionó, pues era una ciudad gris, fría, donde todo el mundo se vestía con ropa muy abrigada y negra. Al igual que en Zipaquirá, García Márquez se llegó a sentir como un extraño, en un país distinto al suyo: Bogotá era entonces "una ciudad colonial, (...) de gentes introvertidas y silenciosas, todo lo contrario al Caribe, en donde la gente sentía la presencia de otros seres fenomenales aunque éstos no estuvieran allí".
El estudio de leyes no era propiamente su pasión, pero logró consolidar su vocación de escritor, pues el 13 de septiembre de 1947 se publicó su primer cuento, La tercera resignación, en el suplemento Fin de Semana, nº 80, de El Espectador, dirigido por Eduardo Zalamea Borda (Ulises), quien en la presentación del relato escribió que García Márquez era el nuevo genio de la literatura colombiana; las ilustraciones del cuento estuvieron a cargo de Hernán Merino. A las pocas semanas apareció un segundo cuento: Eva está dentro de un gato.
El Grupo de Barranquilla
A principios de los años cuarenta comenzó a gestarse en Barranquilla una especie de asociación de amigos de la literatura que se llamó el Grupo de Barranquilla; su cabeza rectora era don Ramón Vinyes. El "sabio catalán", dueño de una librería en la que se vendía lo mejor de la literatura española, italiana, francesa e inglesa, orientaba al grupo en las lecturas, analizaba autores, desmontaba obras y las volvía a armar, lo que permitía descubrir los trucos de que se servían los novelistas. La otra cabeza era José Félix Fuenmayor, que proponía los temas y enseñaba a los jóvenes escritores en ciernes (Álvaro Cepeda Samudio, Alfonso Fuenmayor y Germán Vargas, entre otros) la manera de no caer en lo folclórico.
Gabriel García Márquez se vinculó a ese grupo. Al principio viajaba desde Cartagena a Barranquilla cada vez que podía. Luego, gracias a una neumonía que le obligó a recluirse en Sucre, cambió su trabajo en El Universal por una columna diaria en El Heraldo de Barranquilla, que apareció a partir de enero de 1950 bajo el encabezado de "La girafa" y firmada por "Septimus".
También fue la época en que vivía en pensiones de mala muerte, como El Rascacielos, edificio de cuatro pisos, ubicado en la calle del Crimen, que alojaba también un prostíbulo. Muchas veces no tenía el peso con cincuenta para pasar la noche; entonces le daba al encargado sus mamotretos, los borradores de La hojarasca, y le decía: "Quédate con estos mamotretos, que valen más que la vida mía. Por la mañana te traigo plata y me los devuelves".
Los miembros del Grupo de Barranquilla fundaron un periódico de vida muy fugaz, Crónica, que según ellos sirvió para dar rienda suelta a sus inquietudes intelectuales. El director era Alfonso Fuenmayor, el jefe de redacción Gabriel García Márquez, el ilustrador Alejandro Obregón, y sus colaboradores fueron, entre otros, Julio Mario Santo domingo, Meira del Mar, Benjamín Sarta, Juan B. Fernández y Gonzalo González.
Periodismo y literatura
A principios de 1950, cuando ya tenía muy adelantada su primera novela, titulada entonces La casa, acompañó a doña Luisa Santiaga al pequeño, caliente y polvoriento Aracataca, con el fin de vender la vieja casa en donde él se había criado. Comprendió entonces que estaba escribiendo una novela falsa, pues su pueblo no era siquiera una sombra de lo que había conocido en su niñez; a la obra en curso le cambió el título por La hojarasca, y el pueblo ya no fue Aracataca, sino Macondo, en honor de los corpulentos árboles de la familia de las bombáceas, comunes en la región y semejantes a las ceibas, que alcanzan una altura de entre treinta y cuarenta metros.
En febrero de 1954 García Márquez se integró en la redacción de El Espectador, donde inicialmente se convirtió en el primer columnista de cine del periodismo colombiano, y luego en brillante cronista y reportero. El año siguiente apareció en Bogotá el primer número de la revista Mito, bajo la dirección de Jorge Gaitán Durán.
Duró sólo siete años, pero fueron suficientes, por la profunda influencia que ejerció en la vida cultural colombiana, para considerar que Mito señala el momento de la aparición de la modernidad en la historia intelectual del país, pues jugó un papel definitivo en la sociedad y cultura colombianas: desde un principio se ubicó en la contemporaneidad y en la cultura crítica. Gabriel García Márquez publicó dos trabajos en la revista: un capítulo de La hojarasca, el Monólogo de Isabel viendo llover en Macondo (1955), y El coronel no tiene quien le escriba (1958). En realidad, el escritor siempre ha considerado que Mito fue trascendental; en alguna ocasión dijo a Pedro Gómez Valderrama: "En Mito comenzaron las cosas".
En ese año de 1955, García Márquez ganó el primer premio en el concurso de la Asociación de Escritores y Artistas; publicó La hojarasca y un extenso reportaje, por entregas, Relato de un náufrago, el cual fue censurado por el régimen del general Gustavo Rojas Pinilla, por lo que las directivas de El Espectador decidieron que Gabriel García Márquez saliera del país rumbo a Ginebra, para cubrir la conferencia de los Cuatro Grandes, y luego a Roma, donde el papa Pío XII aparentemente agonizaba. En la capital italiana asistió, por unas semanas, al Centro Sperimentale di Cinema.
Rondando por el mundo
Cuatro años estuvo ausente de Colombia. Vivió una larga temporada en París, y recorrió Polonia y Hungría, la República Democrática Alemana, Checoslovaquia y la Unión Soviética. Continuó como corresponsal de El Espectador, aunque en precarias condiciones, pues si bien escribió dos novelas, El coronel no tiene quien le escriba y La mala hora, vivía pobre a morir, esperando el giro mensual que El Espectador debía enviar pero que demoraba debido a las dificultades del diario con el régimen de Rojas Pinilla. Esta situación se refleja en El coronel, donde se relata la desesperanza de un viejo oficial de la guerra de los Mil Días aguardando la carta oficial que había de anunciarle la pensión de retiro a que tiene derecho. Además, fue corresponsal de El Independiente, cuando El Espectador fue clausurado por la dictadura, y colaboró también con la revista venezolana Élite y la colombianísima Cromos.
Su estancia en Europa le permitió a García Márquez ver América Latina desde otra perspectiva. Le señaló las diferencias entre los distintos países latinoamericanos, y tomó además mucho material para escribir cuentos acerca de los latinos que vivían en la ciudad luz. Aprendió a desconfiar de los intelectuales franceses, de sus abstracciones y esquemáticos juegos mentales, y se dio cuenta de que Europa era un continente viejo, en decadencia, mientras que América, y en especial Latinoamérica, era lo nuevo, la renovación, lo vivo.
Pese a tener poco tiempo para escribir, su cuento Un día después del sábado fue premiado. En 1959 fue nombrado director de la recién creada agencia de noticias cubana Prensa Latina. En 1960 vivió seis meses en Cuba y al año siguiente fue trasladado a Nueva York, pero tuvo grandes problemas con los cubanos exiliados y finalmente renunció. Después de recorrer el sur de Estados Unidos se fue a vivir a México. No sobra decir que, luego de esa estadía en Estados Unidos, el gobierno de ese país le denegó el visado de entrada, porque, según las autoridades, García Márquez estaba afiliado al partido comunista. Sólo en 1971, cuando la Universidad de Columbia le otorgó el título de doctor honoris causa, le dieron un visado, aunque condicionado.
Recién llegado a México, donde García Márquez ha vivido muchos años de su vida, se dedicó a escribir guiones de cine y durante dos años (1961-1963) publicó en las revistas La Familia y Sucesos, de las cuales fue director. De sus intentos cinematográficos el más exitoso fue El gallo de oro (1963), basado en un cuento del mismo nombre escrito por Juan Rulfo, y que García Márquez adaptó con el también escritor Carlos Fuentes. El año anterior había obtenido el premio Esso de Novela Colombiana con La mala hora.
Un día de 1966 en que se dirigía desde Ciudad de México al balneario de Acapulco, Gabriel García Márquez tuvo la repentina visión de la novela que durante 17 años venía rumiando: consideró que ya la tenía madura, se sentó a la máquina y durante 18 meses seguidos trabajó ocho y más horas diarias, mientras que su esposa se ocupaba del sostenimiento de la casa.
En 1967 apareció Cien años de soledad, novela cuyo universo es el tiempo cíclico, en el que suceden historias fantásticas: pestes de insomnio, diluvios, fertilidad desmedida, levitaciones... Es una gran metáfora en la que, a la vez que se narra la historia de las generaciones de los Buendía en el mundo mágico de Macondo, desde la fundación del pueblo hasta la completa extinción de la estirpe, se cuenta de manera insuperable la historia colombiana desde después del Libertador hasta los años treinta del presente siglo. De ese libro Pablo Neruda, el gran poeta chileno, opinó: "Es la mejor novela que se ha escrito en castellano después del Quijote". Con tan calificado concepto se ha dicho todo: el libro no sólo es la opus magnum de García Márquez, sino que constituye un hito en Latinoamérica, como uno de los libros que más traducciones tiene, treinta idiomas por lo menos, y que mayores ventas ha logrado, convirtiéndose en un verdadero bestseller mundial.
Después del éxito de Cien años de soledad, García Márquez se estableció en Barcelona y pasó temporadas en Bogotá, México, Cartagena y La Habana. Durante las tres décadas transcurridas, ha escrito cuatro novelas más, se han publicado tres volúmenes de cuentos y dos relatos, así como importantes recopilaciones de su producción periodística y narrativa.
Premio Nobel de Literatura
En la madrugada del 21 de octubre de 1982, García Márquez recibió en México una noticia que hacía ya mucho tiempo esperaba por esas fechas: la Academia Sueca le otorgó el ansiado premio Nobel de Literatura. Por ese entonces se hallaba exiliado en México, pues el 26 de marzo de 1981 había tenido que salir de Colombia, ya que el ejército colombiano quería detenerlo por una supuesta vinculación con el movimiento M-19 y porque durante cinco años había mantenido la revista Alternativa, de corte socialista.
La concesión del Nobel fue todo un acontecimiento cultural en Colombia y Latinoamérica. El escritor Juan Rulfo opinó: "Por primera vez después de muchos años se ha dado un premio de literatura justo". La ceremonia de entrega del Nobel se celebró en Estocolmo, los días 8, 9 y 10 de diciembre; según se supo después, disputó el galardón con Graham Greene y Gunther Grass.
Dos actos confirmaron el profundo sentimiento latinoamericano de García Márquez: a la entrega del premio fue vestido con un clásico e impecable liquiliqui de lino blanco, por ser el traje que usó su abuelo y que usaban los coroneles de las guerras civiles, y que seguía siendo de etiqueta en el Caribe continental. Con el discurso "La soledad de América Latina" (que leyó el miércoles 8 de diciembre de 1982 ante la Academia Sueca en pleno y ante cuatrocientos invitados y que fue traducido simultáneamente a ocho idiomas), intentó romper los moldes o frases gastadas con que tradicionalmente Europa se ha referido a Latinoamérica, y denunció la falta de atención de las superpotencias por el continente. Dio a entender cómo los europeos se han equivocado en su posición frente a las Américas, y se han quedado tan sólo con la carga de maravilla y magia que se ha asociado siempre a esta parte del mundo. Sugirió cambiar ese punto de vista mediante la creación de una nueva y gran utopía, la vida, que es a su vez la respuesta de Latinoamérica a su propia trayectoria de muerte.
El discurso es una auténtica pieza literaria de gran estilo y de hondo contenido americanista, una hermosa manifestación de personalidad nacionalista, de fe en los destinos del continente y de sus pueblos. Confirmó asimismo su compromiso con Latinoamérica, convencido desde siempre de que el subdesarrollo total, integral, afecta todos los elementos de la vida latinoamericana. Por lo tanto, los escritores de esta parte del mundo deben estar comprometidos con la realidad social total.
Desde que se conoció la noticia de la obtención del ambicionado premio, el asedio de periodistas y medios de comunicación fue permanente y los compromisos se multiplicaron. Sin embargo, en marzo de 1983 Gabo regresó a Colombia. En Cartagena lo esperaban doña Luisa Santiaga Márquez de García, en su casa del Callejón de Santa Clara, en el tradicional barrio de Manga, con un suculento sancocho de tres carnes (salada, cerdo y gallina) y abundante dulce de guayaba.
Después del Nobel, García Márquez se ratificó como figura rectora de la cultura nacional, latinoamericana y mundial. Sus conceptos sobre diferentes temas ejercieron fuerte influencia. Durante el gobierno de César Gaviria Trujillo (1990-1994), junto con otros sabios como Manuel Elkin Patarroyo, Rodolfo Llinás y el historiador Marco Palacios, formó parte de la comisión encargada de diseñar una estrategia nacional para la ciencia, la investigación y la cultura. Pero, quizás, una de sus más valientes actitudes ha sido el apoyo permanente a la revolución cubana y a Fidel Castro, la defensa del régimen socialista impuesto en la isla y su rechazo al bloqueo norteamericano, que ha servido para que otros países apoyen de alguna manera a Cuba y que ha evitado mayores intervenciones de los estadounidenses.
La poesía posterior a la vanguardia
•Otros poetas posvanguardistas El chileno Nicanor Parra (1914), con sus «antipoemas» y «artefactos», crea una poesía que oscila entre lo popular y una desenfadada visión crítica e irónica de la realidad circundante. Sus principales obras líricas son Poemas y antipoemas (1954), La cuenca larga (1958), Versos de salón(1962), Canciones rusas(1967), Sermones y prédicas del Cristo de Elqui (1977) y Nuevos sermones del Cristo de Elqui(1979).
Otros poetas destacados son el chileno Gonzalo Rojas (1917), el mexicano Tomás Segovia (1927), el cubano Roberto Fernández Retamar (1930), el peruano Jorge Eduardo Eielson (1921), el ecuatoriano Jorge Enrique Adoum (1926) y los argentinos Mario Benedetti (1920) y Juan Gelman (1930).
POSROMANTICISMO
El Posromanticismo: Durante la segunda mitad del siglo XIX, los anteriores gustos por lo histórico y legendario, pasan a un segundo plano, y la poesía pasa a ser más sentimental e intimista. Ello viene condicionado por las influencias de la poesía alemana y el nuevo interés que suscita la poesía popular española. La escuela posromántica deja de lado las demás escuelas europeas, a excepción del influjo que ejerce la obra del poeta alemán Heinrich Heine.
-los escritores se revelan contra los valores y costumbres burgueses y eligen un tipo de vida mas irregular y marginal, aferrados a la aventura, la soledad, el desarraigo, las drogas…por rechazo a la sociedad a la que pertenecen y a la misma existencia.
-nace la bohemia, un modo antiburgués de concebir la vida y el arte basado en la rebeldía y la libertad.
-los escritores consideran que el fin ultimo del arte ha de ser la belleza, no la reproducción de los aspectos grises de la realidad, ni la denuncia.
El posromanticismo adquirió su máximo esplendor en Francia, donde dio lugar a dos grandes movimientos poéticos: el Parnasianismo y el Simbolismo.
El Parnasianismo: bajo el lema del arte por el arte, los poetas parnasianos, defienden una poesía serena, impasible, con valor en si misma. Buscan la inspiración en la pintura y escultura, en la historia antigua y trabajan cuidadosamente la forma. El mas destacado de este grupo fue Leconte de Lisle, autor de “Poemas antiguos”
Baudelaire: su romanticismo vital queda superado por su sentido crítico, algunos rasgos formales lo vinculan al Parnasianismo, pero lo apartan de él la complejidad de su mundo interior y el empleo de la intimidad como materia poética. Sus efectos musicales lo acercan al Simbolismo, pero lo apartan de él la densidad de sus temas y sus violentos contrastes íntimos. “Las flores del mal” “Pequeños poemas en prosa”
El simbolismo: es una corriente estética surgida en Francia hacia 1885, que tiene como precursor a Baudelaire. Conciben la poesía como algo misterioso, inexplicable, que permite descubrir los secretos que encierra la realidad. Liberan el lenguaje en busca de “la palabra total” y gustan de los vocablos raros.
Verlaine: sus claves poéticas radican en la levedad con que recrea sus indefinibles estos de ánimo y en la sencillez de su lenguaje coloquial. “Fiestas galantes” “Romanzas sin palabras”
Rimbaud: en sus poesias encontramos a un Rimbaud adolescente que canta a los amores, al paisaje… ”Iluminaciones” “Una temporada en el infierno”
Mallarme: su tema central es la propia poesía, la Obra Total que el intenta crear con un lenguaje nuevo, ilógico, al margen de las leyes de la semántica y la sintaxis. “Verso y prosa”
La poesía en Estados Unidos: Walt Whitman: el tema principal de su poesía son las preocupaciones de la gente. “Hojas de hierba”
La poesía en Hispanoamérica: surge en Hispanoamérica una literatura que intenta superar el sentimentalismo del romanticismo y el contenido social del realismo, mediante la fusión de lo europeo y lo autóctono. El autor mas representativo es José Martí. “Versos sencillos”
La novela inglesa: el realismo moderado de la época de la Reina Victoria evoluciona en dos direcciones:
-el esteticismo, que persigue el arte por el arte, el refinamiento y la provocación. (Oscar Wilde)
-la aventura, bien en lugares alejados y exóticos, como el mar y la selva (Stevenson, Conrad y Kipling) o bien puramente fantástica. (Carroll)
Oscar Wilde: fue un nov de talento brillante, que convirtió el culto a la belleza y el rechazo a la moral convencional en normas de vida y en objetivos artísticos. “El retrato de Dorian Gray” “La importancia de llamarse Ernesto”
Stevenson: “La isla del tesoro” “El extraño caso del doctor Jekyll y mister Hyde”
Lewis Carroll: “Alicia en el país de las maravillas” “A través del espejo”
La renovación narrativa hispanoamericana entre 1940 y 1960
La personal obra de Borges constituye un precedente indiscutible de toda la narrativa posterior. En ella, lo filosófico y lo metafísico se combinan a menudo con lo fantástico y lo irónico. Su obra supone un punto de referencia de la narrativa de su tiempo en una fase de transición entre la vanguardia y las nuevas formas de novela. Borges destaca ante todo por sus cuentos, recogidos en libros comoFicciones (1944), El aleph (1949) y El libro de arena (1975). Su estilo se caracteriza por la concisión y por la ironía, así como por su carga cultural. Su compleja temática filosófica presenta varios submotivos, como el carácter ilusorio de la realidad, que se confunde con la ficción; el misterio de la identidad (el doble, el sueño, la reencarnación); el mundo como laberinto indescifrable o la concepción circular del tiempo.
La narrativa hispanoamericana desde los años sesenta
novela Memoria de mis putas tristes (2004).
Conversación en la Catedral (1970) es una de sus obras más ambiciosas y logradas. De compleja estructura, ofrece un desolador fresco de la sociedad peruana bajo una dictadura. Otras novelas interesantes son la humorística Pantaleón y las visitadoras (1973), la autobiográfica La tía Julia y el escribidor (1977) y la monumental La guerra del fin del mundo (1981), sobre una utópica rebelión campesina en Brasil. Ha escrito también cuentos, una excepcional novela corta (Los cachorros, 1967) y teatro. Entre sus últimas publicaciones destacan La fiesta del chivo (2000) o El paraíso en la otra esquina del 2003.
PRERROMANTICISMO
Los escritores Prerrománticos conjugan en sus obras los principios del Neoclasicismo con algunas actitudes nuevas, todavía embrionarias que darán lugar al Romanticismo:
-valoran más los sentimientos que la razón. Rompiendo así con la base principal de la Ilustración.
-se entusiasman con lo auténtico, sencillo y natural: la vida rústica y primitiva, los paisajes agrestes…
-rechazan lo que coarta la libertad de la persona. De ahí su individualismo y su rechazo a las normas.
Novela en Francia: Todavía no había ofrecido el Neoclasicismo sus mejores frutos, cuando ya Rousseau y Saint-Pierre daban cabida en sus obras al sentimentalismo, a la intimidad y a la emoción ante la naturaleza.
Rousseau: es el escritor que más ha influido en la evolución de las ideas en Europa. En sus “Discursos” y en “Contrato social”, nos dejó opiniones sobre el progreso, que para él no supone sino decadencia y deshumanización, y sobre la sociedad que ahoga al individuo. En sus novelas filosóficas “Emilio” y “La nueva Eloísa”, vertió las ideas que mas le preocupaban así como sus experiencias y sus desventuras sentimentales.
Saint-Pierre: Intentó llevar a la practica las ideas de Rousseau, viviendo apartado de la civilización y empleándose en empresas filantrópicas que fracasaron estrepitosamente. En “Pablo y Virginia” pone en evidencia varias verdades, entre otras la de que nuestra felicidad consiste en vivir conforme a la naturaleza y la virtud.
Novela en Inglaterra: El género narrativo se convierte en el relato de una aventura interior, en el análisis de los cambiantes estados de ánimo de la persona, especialmente de la mujer, en lo que atañe al sentimiento amoroso.
Richardson: autor de “Pamela” y “Clarisa”, donde se trata el tema del ascenso social de una joven muchacha pobre. El autor escogió en ambas la forma epistolar para poder ofrecer, con mas naturalidad y sin intermediarios, la complejidad sentimental de sus protagonistas femeninas.
Fielding: parodia las novelas sentimentales y femeninas de Richardson en “Joseph Andrews” y “Tom Jones”. Los personajes, encarnaciones de la bondad, aunque con típicas debilidades, viven numerosos incidentes hasta que el destino acaba premiándolos con el descubrimiento de su origen noble y la unión con una joven que nada tiene que envidiarlos. El individuo sigue siendo en centro de la novela, pero interesa mas la sociedad que su mundo interior.
Sterne: Un excéntrico clérigo anglicano, es el autor de “Vida y opiniones del caballero Tristam Shandy”.
Una parodia de novela, que se va haciendo sobre la marcha, sin ajustarse a un plan preconcebido. Es una descarada burla de la escritura misma y convierte a Sterne en un claro precursor de la novela moderna.
El teatro: Sturm und Drang: En el último tercio del s. XVIII, los escritores empiezan a cuestionar los principios del neoclasicismo: anteponen los sentimientos a la razón, rechazan las reglas, porque ahogan la inspiración y la libertad creadora y ensalzan al hombre de acción, rebelde e irreflexivo. Goethe y Schiller siguieron al principio las pautas del movimiento llamado Sturm & Drang (tempestad y empuje), pero pasado un tiempo, ambos volvieron hacia los ideales clásicos de moderación y equilibrio.
Goethe: es la maxima figura de la literatura alemana. Comenzó militando en el sturm und drang, hasta que un viaje a Italia lo convirtió al clasicismo; más tarde evolucionó hacia un simbolismo difícil, con el que intenta trascender la realidad. Goethe cultivó todos los géneros literarios y en todos dejó al menos una obra maestra. Los universos que recrea son también muy variados: la Alemania medieval, renacentista y contemporánea; la antigua Grecia; el exótico oriente… “Las cuitas del joven Werter”, su primera novela, lo convirtió en guía del movimiento antes citado. Escribió obras de teatro de tema histórico. “Torcuato” y de tema mitológico: “Ifigenia” y legendario: “Fausto”
Schiller: se inspira en los grandes ideales que animaron su vida: la libertad, el amor, la justicia, la vida natural. Sus primeros dramas caen bajo la influencia del sturm und drang en “los bandoleros”, “ la conjuración de Fiesco”, “don Carlos” . En sus últimos años, templó sus arrebatos y compuso obras mas clásicas y serenas, aunque en torno a los mismos temas.
La poesía: conforme avanza el siglo, los poetas neoclásicos, de la misma manera que los dramaturgos y novelistas, van cargando sus obras de elementos prerrománicos: dejan aflorar los sentimientos y la imaginación, buscan ambientaciones sugestivas y sustituyen la regularidad métrica por el verso libre.
En Alemania Goethe y Schiller, junto a otros poetas del Sturm und drang, compusieron magníficos poemas prerrománticos. En Inglaterra los mas destacados fueron Young y Blake.
Young: compuso a sus sesenta años un extenso poema de 10.000 versos, conocido por “las noches”, cuyo título, indica su filiación prerromántica. El poeta, afectado por la muerte de una hija, invita a meditar sobre la vanidad de las cosas humanas y a mantener su fe en el mas allá.
Blake: fue un visionario y un revolucionario que propugnó una religión natural y simpatizó con los ideales de la revolución francesa. En sus poemas, que ilustró con interesantes grabados, sueña con un mundo puro, libre, justo y basado en el retorno a la naturaleza.
La figura poética más destacada es William Blake (1757-1827). Sus composiciones, entre lo simbólico y visionario, lo religioso y el realismo, son de difícil clasificación pues anticipan el Romanticismo, pero también el simbolismo de finales del XIX.
fuente: http://html.rincondelvago.com/literatura-universal-contemporanea.html